lunes, 8 de diciembre de 2014

Bendito maldito deseo

Cuando lloras, se para el mundo y nunca sabemos que decir. Cuando lloras los segundos se convierten en minutos y se transforman instantáneamente en horas perdidas de tu reloj. Sin duda el mejor y único momento para este tan triste como necesario estado de ánimo es a solas. Y a solas, o solo yo quizá, veo tan absurdo mostrar tristeza por alguien que te ha hecho daño como intentar tocarme la lengua con la nariz.
Lo bueno de esto, es que aprendes a sufrir, a reírte de ti mismo, de tus defectos; te conviertes en un verdadero hombre de acero que ni con la llama más ardiente puede fundirse. Pero, ¿no tiene cualquier superhéroe mínimamente preciado una bella dama a la que dedicarle sus azañas?
Supongo que siempre debe existir un espacio temporal en el que esa " bella dama", se transforme en ti. Que por períodos actúes tan solo en beneficio propio para reforzar tu armadura, ya que la anterior vez que revelaste tu punto débil lo usaron contra ti como talón de Aquiles.
Nunca pensé que alguien a quien le entregas tanto sea capaz de responder con tan poco, pero si algo bueno tiene lo que no mata, es que o engorda o te hace más  fuerte, y hoy en día tan solo tengo mente convertirme en un gran e impenetrable muñeco de Michelín.
Por último me gustaría que siempre tengáis presente esta frase: "no creo en el amor y no es por mí "
Estamos hechos a base de momentos, y el tiempo es lo único que no se compra así que os propongo pensar bien vuestras inversiones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario