martes, 25 de noviembre de 2014

Si tropiezas, te levantas y sigues hasta el final

Tanto tiempo con la certeza de que si todo va mal es porque algo bueno se acerca, con que si cae tres veces en rojo ahora va a negro... Un preciado tiempo ignorando que el azar actúa por voluntad propia y que es capaz de quitarte lo que llevas años cuidando en cuestión de segundos.
No me parece nada justo, pero claro ¿qué significado tiene la justicia hoy en día? Ni hoy en día ni en los milenios que la humanidad lleva en este preciado planeta, los seres humanos siguen moviéndose por instintos y conveniencia pasen dos o dos mil años. A pesar de auto-considerarnos civilizados, si alguien me da tan solo una razón que nos permita proclamarnos así, podré saber que no estoy en lo cierto, que no tengo razón al decir que la sociedad en la que vivimos es egoísta y egocéntrica.
Volviendo al tema de las suposiciones, el azar y demás, hoy me ha quedado claro que si algo puede salir mal, efectivamente saldrá mal. Quizá sea todo psicológico, y de tanto pensar en negativo al final veas todo oscuro y borroso, pero ¿quién es capaz de pensar en positivo cuando ha suspendido el mayor y más importante examen que puedes realizar? ¿Quién puede verlo todo claro tras fracasar en algo en lo que le iba la vida?
Yo, sinceramente, por muchos intentos diarios que haga, no lo soy. Y es triste, es triste ver como la obra arquitectónica que día a día limpiabas y a la que añadías un ladrillito más se derrumba, y por si fuera poco lo hace con más facilidad que el momento en el que la imaginas finalizada.
Igual de fácil también es rendirse, quedarse estancado en esas arenas movedizas por saber que al ser mortíferas pueden hundirte pero por otro lado sabes que a cuestión de centímetros tienes la libertad, la vida.
Es difícil pensar coherentemente en situaciones así, en las que la presión te puede y eres capaz de ahogarte en un vaso de agua, aún así supongo que hay que hacer de tripas-corazón y una vez más evitar la lluvia de tomates escapando por el vestíbulo hasta poder calmar y centrarlo todo.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Podemos ser mejores

En estos tiempos de corrupción, crisis, insatisfacción general... Los extremos tienden a nutrirse de poder aprovechando la desesperación de una sociedad ansiosa por encontrar un pequeño haz de luz en la más inmensa y oscura cueva jamás vista.
Entre estos extremos encontramos un partido político que sin duda está marcando la historia del bipartidismo español, haciéndose un gran hueco entre los dos tradicionales titanes que siempre han ido alterenandose el poder.
Me parece algo digno de admiración, que un grupo de personas ante una situación catastrófica pretendan cambiar las cosas de forma radical, pero a la vez me parece patético e indigno que lo hagan a través de falsas e imposibles promesas hacia débiles y temerosas personas que tan solo pretenden encontrar un poco de estabilidad en su vida.
También me parece que la ignorancia característica de nuestro país sale una vez más a la luz, que la gente no es consciente de las graves consecuencias que este proceso puede conllevar. Y cuando me refiero a graves consecuencias, hablo de posibles conflictos armados, separación del pueblo y por ello el empeoramiento del viejo estado español.
Esto mezclado con el problema catalán,seria como colocar diez kilos de dinamita en una gasolinera y que se vuelque un camión de mecheros haciendo saltar chispas.
Ante todo esto, queridos lectores, ¿ realmente soy el único preocupado por lo que está ocurriendo ene nuestra tierra? ¿Soy el único que es consciente de la gran enfermedad política ante la que nos encontramos?
Sinceramente, lo dudo. Pero no es suficiente con saber lo que puede ocurrir, hace falta más  gente que actúe y menos que hable. 
Con todo esto, os invito a reflexionar sobre lo que debéis hacer a la hora de votar, teniendo en cuenta que cualquier aspecto en su extremo no es bueno.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Cambiando los cambios

Estoy harto de que todo sea diferente cada dos segundos, de que no pueda pararme a pensar en lo feliz que puedo llegar a ser con algo por temor a que tras pocos días sea diferente.
Se que suena raro, cuando lo divertido suele ser lo nuevo, pero hay cosas que al cambiar no te divierten, te cansan o entristecen y últimamente son esas las que invaden sin ningún tipo de piedad mi vida.
A pesar de preparar las fortificaciones más grandes para que no me afecte mucho, esta guerra está dando de sí. Miles de pensamientos de todo tipo se cruzan por mi mente, pensamientos sin respuesta ni planteamiento, pensamientos que me proponen cambios inesperados.
He decidido no darle importancia, cada vez veo más claro eso de que la vida va por etapas y que se paga a plazos, pero eso sí, tengo claro que la moneda de cambio la pongo yo, que no sirve de nada rendirse en este conflicto bélico sin resistir, o mejor dicho, sin la intención de ganar.
Puede que vengan muchos cambios, que mis filas se vayan reduciendo, pero el secreto de la felicidad está en darle importancia a lo importante y lo posible, dos conceptos de los cuales no tengo conocimiento y contra los que lucho diariamente buscando la felicidad.