domingo, 2 de febrero de 2020

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La triste realidad de la mentira esque probablemente llegue a la verdad.
¿Nunca habéis tenido la sensación de albergar un poder vital dentro tan insoportable y tóxico , el cual tiene más ganas de salir que una mascota de paseo a la calle?
Al plantear esta hipótesis muchos pensaréis de manera incorrecta que tras un maratón de Harry Potter finalmente he llegado a la conclusión de que tengo poderes, pero no.
Me refiero a esa mezcla de sentimientos y emociones que removidos por la poca madurez, o quizá valentía de la mente humana se ahogan en nuestro interior como si un agujero negro creciera de nuestras entrañas.
Hablo de esos pensamientos que nos llevamos cada noche a la cama, del típico '' y si le hubiera dicho...'' '' a lo mejor con estas palabras habría entendido... '' hablo de la dificultad que entraña para nuestra raza con la presunta habilidad de la ''inteligencia'' que nos diferencia de las demás, de hacer ver, sentir, de transmitir lo que realmente evocan las personas y las situaciones; Hablo de lo sumamente hipócrita que somos con nosotros mismos, la facilidad que tenemos para plantear soluciones a nuestros pensamientos y deseos y la dificultad de materializarlos.
Personalmente a día de hoy puedo considerarme uno más en el dramaturgo mundo de la vida social, uno más que pese a tener ese duendecillo alado que rebota de hueso a hueso por todo mi cuerpo, no es capaz de darle lo que él y al fin y al cabo yo buscamos.
Y  ahí la reflexión del principio, somos mentiras ocultandonos en hazes de verdad, somos seres viviendo una vida en la que se tiene más en cuenta lo que encaja con la supuesta lógica preconcebida, y ciertamente es triste o eso pienso pues si mañana no saliera el sol estaría bien ver las estrellas con quien te ilumina.